Líderes que cultivan líderes

Sí, suena raro, ya que asociamos “liderazgo” al cargo, al jefe, al que “está arriba”.

Pero los líderes que desarrollan líderes son los que actúan no por la jerarquía del cargo, sino por convicción sobre el proyecto organizacional y la importancia de estar rodeado por otros líderes, donde compartan “códigos”, un propósito, valores y consciencia de lo que pueden lograr juntos. 

1. Contexto actual: Un horizonte lleno de oportunidades
2. Principales barreras para implementar un programa de desarrollo de liderazgo
3. Desarrollar Líderes es una Necesidad Estratégica
4. El Desafío del Liderazgo
5. El Liderazgo No es Opcional…

Esto sin duda incluye el ser guía y entregar dirección hacia una meta, lo que puede venir desde un jefe, aunque también puede llegar desde pares o incluso subordinados, influyendo en sus acciones y comportamientos. 

Es la labor más difícil y la más necesaria para las organizaciones, ya que es una fuente de valor para generar ventaja competitiva a través de una fuerte cultura organizacional.

Liderazgo que genera vínculos con las personas, arman redes con objetivos y metas organizacionales, y promueven el crecimiento de la empresa por convicción y por adhesión a un propósito claro, motivador y energizante. 

Líderes que reconocen el valor estratégico de tener liderazgo en todos los niveles de la empresa, no sólo en los niveles más altos. Parafraseando a Lead Institute y a Ignacio Fernandez , son “articuladores de redes” en las organizaciones desde una posición de poder más horizontal, que no depende de la estructura de poder ni de la autoridad formal. 

Contexto actual: Un horizonte lleno de oportunidades.

En el entorno empresarial moderno, donde la competencia es intensa y los recursos son limitados, es crucial contar con líderes capaces de desarrollar a otros líderes. Este es particularmente el caso de las pequeñas y medianas empresas, donde cada empleado juega un rol vital en el éxito de la organización. 

Y miremos el contexto latinoamericano. El auge de la actividad emprendedora ha sido particularmente evidente en países como Brasil, Chile, Colombia y México, donde el número de startups y líderes casi se ha triplicado en los últimos cinco años.

En este contexto, podemos afirmar que un líder no solo guía y se relaciona, sino también inspira, motiva y, lo más importante, modela valores hacia otros miembros de la organización.

Principales barreras para implementar un programa de desarrollo de liderazgo

El estudio realizado por Lee Hecht Harrison (LHH) (Link) y compartido por Nicolas Behbahani – Director in Future of Work (Link Linkedin) identifica lo siguiente:

Los investigadores observaron que la barrera más común para implementar un programa de desarrollo de liderazgo era la ‘falta de interés por parte de aquellos que se benefician del programa de capacitación’ (35%), seguida de cerca por la ‘falta de conciencia sobre los beneficios de la formación en liderazgo’ (33%). 🚨 Estas dos primeras barreras demuestran que los empleadores deben comunicar mejor los beneficios y la importancia del desarrollo de liderazgo.

El artículo de Behbahani también indica los empleadores a menudo no dan 3 pasos importantes antes de lanzar programas de desarrollo de liderazgo:

1. Determinar los problemas que esperan resolver a través del desarrollo del liderazgo.
2. Identificar qué habilidades necesitan en sus líderes para resolver estos problemas, así como las brechas de habilidades actuales y futuras dentro de la organización.
3. Descubrir qué habilidades quieren desarrollar los participantes a través de programas de liderazgo.

Desarrollar Líderes es una Necesidad Estratégica

El desarrollo de liderazgo no es un lujo, sino una necesidad estratégica para las empresas. Aquellas que cuentan con líderes capaces de cultivar estas cualidades en otras personas, pueden adaptarse más rápidamente a los cambios, innovar con mayor eficacia y superar los desafíos con mayor facilidad.

Ponen las manos al fuego por la organización, y demuestran un sentido de responsabilidad y compromiso altísimo.

El desarrollo de una “Cultura de Liderazgo” genera un círculo virtuoso donde se valora la colaboración, el respeto mutuo y la innovación, permitiendo que los empleados se sientan valorados y motivados, incluso inspirados para seguir creciendo y asumir nuevos roles donde demostrar su liderazgo con otros niveles de responsabilidad.

El Desafío del Liderazgo

No es fácil liderar. Para las personas supone reflexión sobre el estilo de liderazgo y capacidad de aprender y recibir feedback de distintas fuentes para entender cómo mejorar. Se requiere humildad, sentido de propósito y sólidos valores que “hagan match” con los de la empresa.

A pesar de la importancia para las empresas, el desarrollo de líderes, especialmente en pequeñas y medianas empresas, no está exento de desafíos.

Los recursos limitados, la falta de tiempo y la resistencia al cambio pueden ser

obstáculos significativos.

Sin embargo, mediante el compromiso organizacional asociado a entender el liderazgo como generador de cultura, esto junto a una buena planificación estratégica y desarrollo profesional, estas barreras son superadas.

El Liderazgo No es Opcional…

Este modelo de liderazgo es indispensable en el entorno empresarial actual, donde el dinamismo y volatilidad en el contexto empresarial suponen desarrollar una Cultura basada en capacidades y redes organizacionales, donde las personas:

• Se relacionen de una manera más horizontal y ágil
• Innoven por convicción, no por presión
• Se arriesguen a tomar decisiones para mejorar las cosas, dejándolas mejor de cómo las encontraron
• Pongan toda su energía y motivación por detrás de un propósito inspirador
• Sientan y vean concretamente que son valorados
• Se desarrollen como profesionales y como personas conscientes
• Sientan la necesidad de colaborar y relacionarse, no únicamente porque lo dice un organigrama o un equipo de proyecto
• Sientan orgullo de dónde trabajan y del aporte que hacen
• Disfruten y lo pasen bien!

En este sentido, líderes que cultivan líderes no solo contribuyen al éxito de la empresa hoy, sino que también dejan un legado cultural duradero de crecimiento y desarrollo que entrega valor consistentemente a clientes y accionistas.

Y es una “bola de nieve” virtuosa que es difícil de parar cuando comenzó a moverse.

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